Estos muffins deben ser pecado, seguro. Están buenos a rabiar. Había una canción (no recuerdo de quien era) que decía algo como: "todo lo que me gusta es pecado o engorda". Pues eso...
Esta es una de las tartas más ricas que he probado. No necesita acompañamiento, sola está increíble, pero la crema de queso le pone la guinda. La combinación es perfecta.