Normalmente la uso para hacer cremas (en versión salada) o flan (en versión dulce que me gusta más). Esta vez, os traigo una tarta con una textura extra suave que contrasta con la base, más consistente y crujiente.
La hice para la cena del sábado pasado y casi tengo que esconder el trozo que veis en la foto. ¡Voló!
Vamos a utilizar un molde de unos 25 cm de diámetro.
Os voy a poner la receta de la masa, que podéis utilizar con cualquier relleno (es una masa "comodín"). Pero si no os apetece hacerla o vais con prisa, podéis comprar una lámina de masa quebrada y listo.
- 200 g de harina de todo uso
- 1/2 cucharadita de sal
- 110 g de mantequilla
- Agua
Ponemos la harina, la sal y la mantequilla en el bol de la batidora con las varillas, y amasamos a velocidad baja hasta que todo esté bien mezclado. Quedará con una textura arenosa. A continuación añadimos una cucharada de agua y seguimos mezclando hasta obtener una masa homogénea. Si sigue estando arenosa, aumentamos la velocidad y añadimos otra cucharada de agua.
Sacamos la masa de la batidora y hacemos una bola. La envolvemos en papel de plástico transparente y la dejamos reposar 1 hora.
Precalentamos el horno a 170º.
Enharinamos un poco la superficie de trabajo y extendemos la masa con ayuda de un rodillo. Debe ser un poco más grande que el diámetro de nuestro molde.
Engrasamos el molde y lo cubrimos con la masa cortando el exceso de los bordes con un cuchillo afilado.
Ponemos encima papel de horno y sobre este unas legumbres secas.
Horneamos unos 10 minutos. Quitamos el papel y las legumbres y horneamos 10 minutos más. Reservamos.
Ingredientes para el relleno de calabaza:
- 1 huevo M
- 425 g de puré de calabaza (lo podéis hacer asando la calabaza, cociéndola o lo podéis comprar ya hecho. A mi me gusta más asar la calabaza, pero es cuestión de gustos)
- 235 ml de leche evaporada
- 220 g de azúcar blanquilla
- 1/4 de cucharadita de clavo en polvo
- 1 cucharadita de sal
- 3/4 cucharaditas de canela en polvo
- 1/4 de cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharada de harina
Precalentamos el horno a 170º.
En un bol grande ponemos todos los ingredientes y removemos hasta que todo esté perfectamente ligado y no queden grumos.
Vertemos la mezcla encima de la masa que habíamos preparado, y horneamos unos 35-40 minutos hasta que esté bien cuajado (al moverlo, el centro no debe temblar. También podéis pinchar con un palillo y si sale limpio, ya está hecho).
¡Veréis como huele vuestra cocina!
Dejamos enfriar por completo y espolvoreamos un poquito de canela por encima.
Lo podemos acompañar con un poco de crema o nata montada. ¡Está deliciosa!
¡Besos!
Fuente: Libro "Las recetas de la pastelería Hummingbird"