Preparamos dos recetas, cupcakes de chocolate (la receta la publiqué aquí) y cupcakes de chicle. Tenía muchas ganas de probarlos y esta era una ocasión perfecta. La receta es de Alma Obregón (Objetivo cupcake perfecto). Ahí va:
Ingredientes: (para 12 cupcakes o 48 mini cupcakes)
- 115 g de
mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 200 g de
azúcar blanco
- 3 huevos M
- 200 g de
harina
- 1
cucharadita y media de levadura Royal
- 120 ml de
leche semidesnatada
- 1
cucharadita de chicle en pasta (o aroma de chicle al gusto)
Para la crema:
- 250 g de
mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 250 g de
azúcar glass
- 1 cucharadita y media de chicle en pasta (o aroma de chicle al gusto)
Precalentamos
el horno a 180º.
Preparamos la bandeja para cupcakes con 12 cápsulas de papel.
Preparamos la bandeja para cupcakes con 12 cápsulas de papel.
Tamizamos
la harina con la levadura química en un bol y reservamos.
Batimos
la mantequilla con el azúcar hasta que se integren y la mezcla se aclare.
Añadimos
los huevos, uno a uno, batiendo hasta que se incorporen.
Agregamos
la mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que se incorpore. A
continuación, añadimos la leche y volvemos a batir.
Agregamos la otra mitad de la harina y batimos
a velocidad baja hasta que la mezcla sea homogénea.
Añadimos
el chicle en pasta, ajustando el sabor a nuestro gusto.
Repartimos la mezcla en las cápsulas, sin llenarlas
más de 2/3.
Horneamos 20-22 minutos o hasta que un palillo salga
limpio. Dejamos enfriar los cupcakes en el molde 5 minutos y después pasamos a
una rejilla, hasta que se enfríen por completo.
Tamizamos el azúcar glass y lo colocamos en un bol junto con la mantequilla. Cubriendo el bol, batimos a velocidad baja un minuto.
Tamizamos el azúcar glass y lo colocamos en un bol junto con la mantequilla. Cubriendo el bol, batimos a velocidad baja un minuto.
Después
subimos la velocidad y batimos al menos otros 5 minutos a velocidad media-alta.
El buttercream se volverá casi blanco y su textura pasará a ser muy cremosa.
Añadimos
el chicle en pasta (o el aroma en su defecto) y batimos hasta que se integre. Decoramos
los cupcakes, ya fríos.
Lo mejor de todo fue ver como decoraban los cupcakes. Lo de "menos es más" no iba con ellas, ¡¡a algunas no se les veía el buttercream!!
Es una pena que no tenga fotos...
¡Este fin de semana repetimos!