Él ya la tenía elegida hace tiempo. Es del libro de Debbie Brown's: 50 Easy Party Cakes, pero con algún cambio. ¡Quería que se le vieran los dientes! así que le puse una enorme sonrisa (si supiera lo que le esperaba no sonreiría tanto).
Como el cumpleaños lo celebró junto con su amigo Daniel, puse los dos nombres en la tarta.
A los niños les encantó y el pobre dinosaurio enseguida perdió la cabeza y las patas.
Como la tarta era grande los papis también pudimos disfrutar de ella. ¡Ummm! ¿A quien no le gusta la tarta de chocolate?