Se suelen comer templados y untados de mermelada, mantequilla, crema… Pero también admiten rellenos salados.
En cualquier caso están buenísimos y además, son facilísimos de preparar.
Ingredientes:
- 225 gr de harina de repostería
- Un pellizco de sal
- 90 gr de mantequilla fría
- 25 gr de azúcar glass (1 cucharada)
- 70 ml de leche (más un poquito para pintar)
- 1 huevo
Precalentamos el horno a 200º
Mezclamos la harina, la sal y el azúcar tamizadas. Añadimos la mantequilla cortada en cubitos y mezclamos con las manos intentando que no se caliente. Deben quedar pequeños grumitos de mantequilla (más pequeños que un guisante).
Añadimos la leche mezclada con el huevo batido, poco a poco hasta obtener una masa suave.
Extendemos en una superficie enharinada (NO USAR RODILLO). La masa debe tener unos 3 cm de grosor.
Cortamos los scones con un cortapastas redondo y los ponemos en la bandeja del horno. Los pintamos con leche.
Horneamos unos 12-15 minutos hasta que estén doraditos.
Los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Fáciles, fáciles, así que ¡manos a la obra!
Receta sacada de esta web: http://masedimburgo.com/2013/05/09/scones-escoceses-receta/ Aquí encontraréis más variantes de la receta original.