Se que esta receta no es lo mejor para la operación bikini, pero tenía muchas ganas de publicarla. Además, a estas alturas del verano, muchos ya hemos vuelto al trabajo (yo incluida) y no nos viene mal darnos un pequeño homenaje, después de estos meses de sacrificio sin probar una gota de azúcar, intentando que el michelín no se salga de madre. ¡¡¡Pero que mentiraaaa!!! En fin, tenía que justificarme.
Me chiflan los Donuts, los clásicos, con esa capa de azúcar por fuera que me encanta comer a pellizquitos. Así que cuando descubrí esta receta no pude resistirme a probarla.
Reconozco que no pensaba que se pudiera conseguir el sabor y la textura de los Donuts originales, pero me sorprendió el resultado. ¡Están buenísimos!
Son muy fáciles de hacer, el único inconveniente es que necesitan bastante tiempo de reposo y hay que esperar... Pero merece la pena.
Ingredientes (¡ojo, salen bastantes!, pues mejor…):
- 300 g de harina de fuerza
- 200 g de harina normal
- 80 g de azúcar
- 5 g de sal
- 20 g de leche en polvo
- 40-50 g de levadura fresca (o 20 g de levadura seca de panadero)
- 230 g de agua
- 1 huevo mediano
- 40 g de mantequilla a temperatura ambiente
Primero mezclamos los ingredientes secos: las dos harinas (tamizadas), el azúcar, la sal, la leche en polvo y la levadura.
Añadimos el agua y el huevo batido. Amasamos durante 5 minutos y añadimos la mantequilla.
Volvemos a amasar hasta que la masa sea lisa y homogénea. Formamos una bola y la dejamos reposar, dentro de un bol tapado, entre una y dos horas (o hasta que duplique su volumen).
Después estiramos la masa con un rodillo hasta que tenga 1 cm de grosor. Con un cortapastas redondo, no muy grande, vamos cortando porciones de masa. Hacemos las bolas y las dejamos en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado (o sea, papel de horno) una hora más.
¡Vamos que ya queda menos!
Ahora hay que freirlos. En una sartén honda ponemos abundante aceite de girasol y lo calentamos. Vamos friendo las bolas por tandas, teniendo cuidado que no se quemen. Cuando estén ligeramente doradas las sacamos y las colocamos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Las dejamos templar y mientras preparamos la glasa para la cobertura.
Glasa:
- 200 g de azúcar glass
- 4 cucharadas de agua
Mezclar bien hasta que el azúcar se deshaga.
Rebozamos las bolas en la glasa y las dejamos secar.
Algunas las rellené con chocolate y estaban de vicio (¡cómo no van a estar buenas!), aunque reconozco que me gustan más sin nada, con su sabor original.
La receta la saqué del blog La receta de la felicidad. Algún día yo también haré fotos así...