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domingo, 11 de agosto de 2013

Tarta calabaza


Esta tarta la hice para el cumpleaños de Adriana, una amiga de Paula.
 
Le tengo un cariño especial por dos razones, primero porque me parece una tarta monísima y segundo porque sufrí muchíiiiiiisimo para hacerla. Ahora me río al contarlo, pero la verdad es que lo pasé mal.
Cuando decidí hacerla no me pareció tan complicada, pero la sorpresa vino más tarde.
Hice el bizcocho de chocolate que suelo usar para las tartas fondant (la receta es esta) en dos moldes semicirculares. Les puse ganaché de chocolate en el medio para unirlos, di forma al bizcocho haciendo las hendiduras de los lados de la calabaza y por último, la cubrí con más ganaché de chocolate. Después la metí en la nevera para que se enfriara y poder cubrirla con el fondant.
Utilicé fondant blanco que teñí con colorante en pasta naranja (orange) de Wilton. Cuando me puse a cubrir la tarta eran casi las 2 de la mañana (si, ya se que no son horas de estar cubriendo tartas con fondant, pero a veces tengo que hacer estas cosas a horas intempestivas) y aquí es cuando empezaron los problemas. De repente me vi con media tarta cubierta y la otra media con un montón de fondant sobrante. Había tantos pliegues que no sabía que hacer con ellos.
Me gustaría que alguien me hubiese grabado en esos momentos. Con una mano en alto sujetando la tarta (me sentía como Hamlet: ser o no ser, esa es la cuestión…) y con la otra intentando cortar y meter los pliegues hacia el culo (perdón) de la tarta. ¡No había manera! Estuve a punto de dejarlo, pero como nadie me gana a cabezota, al final conseguí que quedara medio decente.
Lo bueno de las tartas fondant es que los fallos son muy fáciles de tapar con adornos, y como esta llevaba muchas hojas en la parte de abajo, al final los pliegues que no conseguí eliminar no se vieron.
Las hojas las hice con fondant verde de FunCakes y los ratones con blanco que coloree con colorante en pasta de Wilton, naranja (orange) y marfil (ivory).
La chimenea y la base también eran de fondant blanco teñido con colorante Wilton violeta (violet).

 
Al final quedó muy bien y a Adriana le gustó mucho, pero creo que todavía tardaré bastante tiempo en volver a hacer una tarta redonda.