Los Belenes que hacen son impresionantes (recuerdo uno con dinosaurios, gruñidos, humo...) y llevan un pique entre ellos que no veas.
Poco antes de Navidad, me dijo: "Este año el concurso de Belenes lo gano yo. ¡Vamos a hacer uno de tarta!" ¿Comoooorrrrr? Pues eso, una tarta con forma de Belén o un Belén hecho de tarta.
Tenía que ser algo sencillo, María, José y el niño, los Reyes Magos y ¡obligatorio! el caganet (o caganer). ¡Si nunca he hecho un culo de fondant!
Bueno, así quedó.
¡Y ganó el concurso! ¡Oe, oe, oe, oeeeee! Y además se comieron la tarta que era de bizcocho de chocolate con mucho chocolate por encima.
A ver que se le ocurre el año que viene...