Ingredientes: (para dos moldes de 15 cm)
- 2 huevos
- 200 ml de aceite de girasol
- 200 g de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de canela molida
- 1/4 de cucharadita de jengibre molido
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1/4 de cucharadita de vainilla en pasta
- 200g de zanahorias ralladas
- 70 g de nueces picadas
Mezclar el azúcar, los huevos y el aceite hasta que la mezcla este homogénea. Añadir poco a poco la harina, el bicarbonato, la levadura, la canela, el jengibre, la sal y la vainilla en pasta y batir hasta que esté bien mezclado.
Por último añadir la zanahoria y las nueces y mezclar a mano.
Repartir la mezcla en los dos moldes previamente engrasados y hornear durante 25-30 minutos (yo lo puse unos 12 minutos más a 180º para que se terminara de hacer).
Dejarlos enfriar en una rejilla.
Para el frosting de queso:
- 400 g de queso tipo Philadelphia (NO PUEDE SER LIGHT NI BAJO EN GRASA)
- 135 g de mantequilla
- 350 de azúcar glass
Mezclar todos los ingredientes salvo la crema de queso hasta que la mezcla este bien integrada y la mantequilla blanquee.
Añadir la crema de queso (debe estar fría) y mezclar durante unos minutos, a potencia media alta. Después ponemos máxima potencia y batimos unos 4-5 minutos para que coja volumen.
Montamos la tarta poniendo un bizcocho encima del otro y una buena capa del frosting en medio.
Después lo cubrimos todo con otra capa de frosting y lo decoramos al gusto.
Yo no la decoro mucho porque me gusta como queda toda la tarta blanca.
Estas Navidades la he hecho dos veces y ha volado. Bueno, la he hecho tres veces, dos en forma de tarta y una en forma de cupcakes (buenísimos).
Probadla y ya me contaréis.
Nota: como lleva crema de queso hay que guardarla en la nevera.