El caso es que había comprado unos arándanos frescos que tenían muy buena pinta y pensé hacer muffins. Pero cuando me puse a ello me faltaban ingredientes, y como no podía esperar a tenerlos todos me las arreglé con lo que tenía en casa. De ahí la mezcla del aceite y la mantequilla y de los dos tipos de azúcar.
El resultado fueron unos muffins superjugosos, riquísimos. Me gustaron tanto que he decidido publicar la receta, y la repetiré seguro.
Ingredientes: (para unas 6-7 unidades)
-
175
gr de harina
-
2
huevos grandes
-
85
gr de azúcar blanco
-
85
gr de azúcar moreno
-
80
gr de aceite de girasol
-
80
gr de mantequilla a temperatura ambiente
-
½
sobre de levadura
-
1
cucharadita de vainilla en pasta
-
Un
puñado de arándanos
Precalentamos
el horno a 200° (calor arriba y abajo).
Mezclamos la
mantequilla con los dos tipos de azúcar hasta que se integre. Después añadimos
la vainilla y mezclamos.
Incorporamos
los huevos uno a uno esperando que se integre bien antes de añadir el
siguiente. A continuación incorporamos el aceite y mezclamos bien.
Por último,
tamizamos la harina y la levadura juntas y lo añadimos a la masa. Mezclamos lo
justo para que se integre. Añadimos los arándanos (yo os parto por la mitad) y
mezclamos suavemente.
Repartimos
la mezcla en las cápsulas. Yo utilizo estas
Y las lleno
casi hasta el borde (los muffins son más grandes que las magdalenas o los
cupcakes).
Horneamos
unos 25-30 minutos o hasta que, al pinchar con un palillo salga limpio.
Los sacamos del horno y los dejamos 5 minutos en la
bandeja. Después los pasamos a una rejilla para que se enfríen completamente.
¡Y a comer!