¡Hola a todos! Volvemos un mes más con el reto “Alfabeto
dulce” y ¿qué país ha sido el elegido? ¡España! Ya hace un año que Pili (de
Tothom a la cuina) propuso este reto, y para celebrarlo vamos a hacer un
homenaje a la repostería de nuestro país, que no tiene nada que envidiar a la
del resto de países que hemos ido visitando estos 12 meses.
Pili propuso para este reto, que cada una hiciésemos una
receta típica de la comunidad donde vivimos,
aunque como siempre voy corriendo, yo entendí que era de nuestra comunidad de
origen y es lo que he hecho. Me he dado cuenta mientras volvía a leer las bases
del reto esta mañana (a última hora, como siempre) y ya no me daba tiempo a hacer otra receta. Así que pido disculpas por
el error y como “castigo” (un placer) me he puesto hacer la receta que me corresponde antes
de terminar el mes.
Continuando con el reto, se me ocurrió hacer una especie de
encuesta entre mi familia y tengo que deciros que la lista de postres que salió fue
inmensa. ¡No pueden negar que son golosos!
Al final me decanté por uno que mi madre ha hecho cientos de
veces y que a mi me encanta. El pan de Calatrava. Es un postre muy típico de
Castilla La Mancha (aunque según he leído, tiene su origen en Murcia), con una
textura como de budín o flan espeso y que se toma frío acompañado de nata
montada.
Vamos con la receta. (Yo utilicé un molde alargado de unos
25x11 cm)
Ingredientes:
-
4 huevos M
-
½ litro de leche
-
6 cucharadas de azúcar
-
2 magdalenas cortadas en rodajas (yo aproveché
un trozo de bizcocho que tenía)
-
La ralladura de 1 limón
Lo primero que hacemos es caramelizar el molde donde lo
vayamos a hacer. Para ello, ponemos al fuego azúcar con un poquito de agua
hasta que esté dorado. ¡Recordad no removerlo para que el azúcar no cristalice!
Precalentamos el horno a 200ºC.
Batimos muy bien los huevos y añadimos el azúcar.
Continuamos batiendo hasta que se integre del todo.
Añadimos la leche y la ralladura de limón y mezclamos bien.
En el fondo del molde se ponen las rodajas de magdalena
(apretamos un poco) y encima la mezcla anterior.
Metemos en el horno al baño María unos 50 minutos (hasta que
esté cuajado).
Sacamos y dejamos enfriar totalmente antes de desmoldarlo.
A mi me gusta comerlo fresquito por eso lo hago el día
anterior y lo meto en la nevera. Acompañado de nata o, como a mi me gusta, de
una bola de helado de vainilla, está espectacular.
¡Que aproveche!