De vez en cuando (muy de vez en cuando) hago alguna receta "normal", de las de comer todos los días. Y a veces, hasta me salen bien... misterios de la vida.
Esta tarta está buenísima, la combinación de ingredientes me parece genial y la masa está riquísima.
Voy a poner la receta tal cual la encontré que fue como yo la hice, pero os recomiendo que pongáis menos queso ricotta. Creo que estará mejor.
Ingredientes para la masa:
- 120 g. de harina
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de azúcar
- 60 g. de mantequilla fría
- agua helada
- 250 g. de queso ricota (la próxima vez pondré unos 150-175 g.)
- 30 g. de queso parmesano, y un poco más para espolvorear
- 1 pizca de sal
- Pimienta en grano
- 2 yemas de huevo grandes
- 2 cucharaditas de crema para cocinar (o nata para cocinar)
- Tomillo fresco picado
- 3 puñados de champiñones limpios y cortados en trozos grandes (yo mezclé varios tipos de setas)
- 1 cebolla pequeña cortada en dados
- Sal
Mezclamos la harina, la sal y el azúcar. Añadimos la mantequilla y mezclamos con las manos hasta que los trozos más grandes de mantequilla sean del tamaño de una almendra.
Añadimos agua helada poco a poco hasta que tengamos una masa que no se nos pegue (no debe quedar húmeda).
Formamos un disco, lo envolvemos con papel transparente y lo metemos en la nevera unos 40 minutos.
Preparamos el relleno.
Calentamos un poco de aceite y freímos la cebolla hasta que empiece a estar blandita. Añadimos los champiñones y cuando empiecen a ablandarse los retiramos del fuego. Salpimentamos.
Mezclamos el queso ricotta, el parmesano, una yema de huevo, sal y pimienta y el tomillo, en un bol. Reservamos.
Esparcimos queso parmesano sobre una hoja de papel de horno y encima, estiramos la masa con el rodillo hasta conseguir un círculo de unos 20 cm de diámetro.
Rellenamos con la mezcla de queso y encima los champiñones, dejando unos 3 cm de borde. Levantamos el borde llevándolo hacia el centro y volvemos a meterlo en la nevera.
Precalentamos el horno a 220ºC.
Mezclamos la otra yema de huevo con la crema y pintamos el borde de la tarta. Espolvoreamos el borde con parmesano y tomillo.
Horneamos 10 minutos, bajamos la temperatura a 200ºC y horneamos 20 minutos más hasta que los bordes estén bien dorados.
Sacamos del horno y servimos templada.
¡Espero que os guste!