Esta
receta es la primera que hago del libro Baked in America, y no será la última…
Me encanta el libro. Dan ganas de hacer todas sus recetas, pero lo que más me
gusta es que, cuenta la historia de cada una, te explica como surgió, de que
zona es, porqué se usa esa combinación de ingredientes…
La
receta original se hace con cerezas secas, pero como no encontré (tampoco
busqué mucho), utilicé arándanos.
Ingredientes:
(para un molde de 30x25x5 cm)
Para
la mezcla de chocolate:
-
115
g de mantequilla sin sal
-
340
g de chips de chocolate (50% de cacao)
-
160
g de harina
-
1
cucharadita de polvo para hornear
-
½
cucharadita de sal
-
4
huevos L
-
340
g de azúcar
-
2
cucharadas de extracto de vainilla
-
½
cucharada de extracto de almendra
-
175
g de arándanos secos
Para
la crema de queso:
-
115
g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
-
225
g de crema de queso (tipo Philadelphia)
-
175
g de azúcar
-
3
huevos L
-
3
cucharadas de harina
-
1
cucharada de extracto de vainilla
Precalentamos
el horno a 180º y engrasamos el molde.
Comenzamos
por la crema de queso.
Mezclamos
la mantequilla con la crema de queso a velocidad media, hasta que esté cremoso.
Bajamos la velocidad y añadimos el azúcar, los huevos, la harina y la vainilla.
Mezclamos lo justo hasta que se integren todos los ingredientes. Reservamos.
Preparamos
ahora la mezcla de chocolate.
Derretimos
la mantequilla con el chocolate en un cazo al baño María.
En
un bol, mezclamos la harina, el polvo de hornear y la sal.
Con
la batidora, mezclamos los huevos y el azúcar a velocidad media hasta que esté
un poco más espeso. Bajamos la velocidad y vamos añadiendo los ingredientes
secos poco a poco, mezclando lo justo hasta que se integren.
Añadimos
el chocolate, la vainilla y el extracto de almendra.
Extendemos
la mitad de la mezcla de chocolate sobre el molde y alisamos la superficie con
una espátula. Por encima ponemos los arándanos, presionando un poco para que se
hundan ligeramente.
Añadimos
la crema de queso distribuyéndola bien por toda la superficie.
Por
último, ayudados con una cuchara de helado, vamos echando el resto de la mezcla
de chocolate sobre la crema de queso, y con un cuchillo mezclamos un poco
haciendo remolinos. Con esto conseguimos un efecto de mármol en la superficie
que queda muy mono.
Horneamos
unos 30-35 minutos o hasta que, al introducir un palillo, este salga limpio. La
superficie quedará ligeramente dorada, sobre todo por los bordes.
Lo
dejamos enfriar completamente y lo metemos en la nevera unas 4 horas mínimo,
aunque si lo dejamos toda la noche mucho mejor.
Para
servir lo cortamos en cuadrados.
¡Están espectaculares!